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Procrastinación, el efecto que genera la navegación por links y el googling

05/06/2010
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Ayer hablaba con Juan Ignacio Martínez sobre la Procrastinación«(del latín: pro, adelante, y crastinus, referente al futuro) o posposición, es la acción o hábito de postergar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes y agradables.

No es fácil describir qué nos pasa cuando estamos conectados todo el tiempo a Internet pero se podría definir como un «coitus interruptus del conocimiento», nunca llegamos a la raiz ni etimológica ni significativa, es un contínuo llamamiento de impactos, nos interesa vamos, nos cansamos volvemos a encontrar algo que nos llama la atención, vamos en Z, en Y…
si nos entra por los ojos seguimos, si nos genera desconfianza nos vamos, que nos llama la atención una palabra y tiene un link, pinchamos, básicamente nos dedicamos a ver, valorar en microsegundos, consumir, vomitar en twitter y linkar si se da el caso y seguimos buscano impactos que aunque superficiales nos excitan durante momentos.

Bien pues este cambio en nuestra forma de leer y adquirir «conocimiento» ya tiene un nombre porque ya está siendo estudiando, pero no tanto el cómo funciona sino qué efectos tiene en nuestra mente.

No os ha pasado que incluso con las interacciones con las personas en vivo y en directo ya nos pasa lo de 20 seconds of listening, ok, no interesting, cambio de canal o muevo mi mirada, tipo, me aburres, miro, y vuelvo a ver si ahora es más interesante… tipo zapping con personas, o speed listening.

En wikipedia lo desrciben como trastorno del comportamiento que tiene su raíz en la asociación de la acción a realizar con el cambio, el dolor o la incomodidad (estrés). Éste puede ser psicológico (en la forma de ansiedad o frustración), físico (como el que se experimenta durante actos que requieren trabajo fuerte o ejercicio vigoroso) o intelectual.

Pero esto afecta a nuestra productividad, estamos en el trabajo y cuesta horas acabar un word, un power point, porque tenemos twwetdeck abierto, o tenemos alertas de yoono… que nos hacen desviar la mirada a algo más interesante, y ahí empieza la rueda de nuevo…

¿Pero qué ocurre? que entonces postergamos otras tareas, nos cuesta seguir con linealidad, con cronología, y por tanto al final dejamos las cosas para otro momento, y esto nos genera espacio mental, como bien decía David Allen en organízate con eficacia, empezamos a aumentar nuestra lista de to do y nos estresamos a lo tonto.

Se aplica el término procastrinización al sentido de ansiedad generada ante una tarea pendiente de concluir. El acto que se pospone puede ser percibido como abrumador, desafiante, inquietante, peligroso, difícil, tedioso o aburrido, es decir, estresante, por lo cual se autojustifica posponerlo a un futuro sine die idealizado, en que lo importante es supeditado a lo urgente».

Y entonces entramos en el pensamiento de bucle de «cuantro trabajo tengo», «no doy abasto», «estoy a tope»… cuando lo que ocurre es que no nos centramos.

Por tanto, antes de empezar pensemos y actuemos, como decía Albert Einstein, si me dieran 10 horas para talar un árbol con un acha dedicaría 9 a afilarla.

Por tanto
1) hagamos una lista de las tareas que vamos a hacer
2) hagamos una marca con 3 colores según 5 factores (a-e)
a) emergencia/urgencia
b) importante
c) me gustaría hacerlo hoy pero para mañana estaría igual de bien
d) «me llevará menos de 2 minutos»
e) «me llevará más de 2 minutos»

Después pongámonos manos a la obra pero, sin encender ni tweetdeck, ni alertas de otro tipo, para estar centrados, y cuando lo importante y lo urgente esté hecho y por este orden entonces encendemos lo que haga falta.

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